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¿Es un fiasco la carretera a Bluefields?

Inauguración carretera a Bluefields

La carretera a Bluefields se inauguró hace apenas dos años y ya muestra grietas y fracturas ¿Es un fiasco la carretera a Bluefields?

Inauguración carretera a Bluefields

La carretera a Bluefields se inauguró hace apenas dos años y ya muestra grietas y fracturas ¿Es un fiasco la carretera a Bluefields?

La semana anterior, el medio de comunicación La Costeñísima publicó un reportaje sobre la recién construida carretera hacia Bluefields. El video muestra a algunos viajeros que bajaron de su vehículo para colocar piedras y otras señales de alerta a los conductores que circulan por la vía y evitar así que se expongan a un accidente. En el video la carretera aparece cuarteada en unos tramos y partida en otros.

“Tenemos carretera para más de 50 años, declaró muy fachento el ministro  de construcción del régimen, el día de la inauguración de la carretera. Y bueno, acaba de cumplir dos años y ya es un peligro para los viajantes.

Grietas y fracturas en la carretera

Según los informes oficiales la carretera costó 115 millones de dólares.

Después de ver el video me quedé preguntando cuál sería la empresa constructora. Cómo se adjudicó la licitación. Quiénes serían los socios locales. Y si los funcionarios de la dictadura harán algún reclamo o investigación.

Resulta que indagando un poquito me encontré la información de que la empresa constructora es MECO. Esta empresa, en su página de internet dice lo siguiente: “en Nicaragua, la presencia de Meco ha sido permanente, con participación en innumerables obras como la hidroeléctrica TumarínEstadio Nacional de Béisbol Dennis Martínez de y la Carretera Bluefields. Más recientemente Meco participó en la construcción del puesto de control de la frontera entre Nicaragua y Costa Rica. Siete obras son construidas actualmente.

Es decir, que además de la carretera a Bluefields esta empresa construye actualmente 7 obras más.

¿Y cuál es la novedad?

La novedad es que en Costa Rica estalló hace exactamente un mes uno de los más sonoros casos de corrupción conocido a nivel de opinión pública como el escándalo Cochinilla. El escándalo implica precisamente a la empresa Meco. Hay más de 30 enjuiciados entre funcionarios públicos y empleados de empresas constructoras. Hasta el presidente de la empresa fue arrestado.

Los delitos investigados incluyen soborno, cohecho, malversación de fondos públicos, entre otros. Básicamente las operaciones consistían en la adjudicación amañada de obras a cambio de sobornos, obsequios de vehículos, cancelación de deudas y otros “favores”. Hasta favores sexuales aparecieron en las investigaciones. Los daños al Estado según la información pública supera los 100 millones de dólares.

Las investigaciones revelan que además de las adjudicaciones irregulares, también se detectó que en algunas obras se utilizaban materiales y procedimientos de construcción que no se correspondían con las especificaciones técnicas. Es decir, se utilizaban materiales y tecnologías de menor calidad, y se manipulaban las pruebas de control de calidad, con el propósito de abaratar costos, pero cobrar como si cumplían los requerimientos y exigencias técnicas.

Volvamos a Nicaragua

Frente a los daños que comienza a mostrar la carretera a Bluefields, es legítimo preguntarse: Si este escándalo de corrupción ocurrió en Costa Rica, donde hay institucionalidad, Estado de Derecho, independencia del aparato judicial, de la Contraloría y de la Fiscalía ¿Qué podrá ocurrir en nuestro país donde el gru´po en el poder ha implantado un Estado Mafioso donde campean la corrupción y la impunidad? ¿Cómo habrá hecho MECO para ganar tantas licitaciones? ¿Cuáles son las siete obras que está ejecutando actualmente?

Lo elemental sería iniciar una investigación sobre los procedimientos de licitación de la carretera a Bluefields y hacer una auditoría técnica de la construcción, la calidad de los materiales usados, entre otros aspectos.

¿Moverá un dedo la fiscalía que tan diligente se muestra como órgano represor, amedrentando a periodistas y médicos, y encarcelando nicaragüenses por solo el derecho de opinar y de aspirar a tener un país en democracia?

¿Moverá un dedo la Contraloría General de la República, cuyos jerarcas ni ven ni oyen ni sienten?

¿Y los sirvientes del tirano en la Asamblea Nacional formarán alguna comisión para investigar estos asuntos?

Esperar que eso ocurra en las condiciones actuales es casi un delirio. Si, con seguridad, la mafia en el poder está envuelta en estos negocios.

Por ahora nos toca dejar registrado el hecho, para cuando lleguen otros tiempos. Tiempos de justicia y de decencia. Tiempos que llegarán.

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