Al cerrar el mes de junio, que significa también el cierre de la primera mitad del año, es momento oportuno para hacer un balance. Es preciso detenernos para ver desde donde y hasta donde hemos caminado y, particularmente, cuánto nos falta por recorrer.
En esta ocasión nos limitaremos al mes de junio, más adelante intentaremos una síntesis sobre el semestre.
Como casi todo en la vida, podemos ver el vaso medio lleno o medio vacío. Todo depende de dónde está uno sentado y hasta del estado de ánimo que uno tenga.
Hagamos pues un repaso.
En el mes de junio fue excarcelado el grueso de los rehenes que el régimen retenía en cautiverio. Es cierto. No salieron todos. Y, desde el punto de vista judicial, los excarcelados no están totalmente libres. Esa es la parte medio vacía del vaso. Pero en comparación con inicios del mes debemos reconocer que con la excarcelación de la mayoría de los secuestrados, dimos pasos adelante que significaron alivio para los excarcelados, alivio para sus familias y una inyección de coraje y de ánimo a la población.
En junio, el gobierno norteamericano impuso sanciones a otros cuatro miembros de la camarilla gobernante, por corrupción y por violaciones a los derechos humanos. Para buena parte de la población la lista se quedó corta pues tenían la expectativa de que la lista de sancionados fuera más amplia. En paralelo, el gobierno de Canadá sancionó, de manera inesperada y de un solo tajo, a 9 miembros de la camarilla en el poder incluyendo tres de la familia gobernante. Cierto, no están en esa lista varios connotados jerarcas de la corrupción y de las violaciones a los derechos humanos. Pero voceros acreditados del gobierno norteamericano hicieron anuncios sobre nuevas sanciones que seguramente tienen con tembladera de rodillas a varios. ¿Medio lleno o medio vacío?
El tercer hecho a destacar del mes de junio es la resolución adoptada por la Asamblea General de la OEA, realizada en Colombia. Para algunos esa resolución fue decepcionante porque, en su opinión, significó darle un respiro a Ortega. Para otros fue un paso adelante pues consideran que no se otorgó un respiro sino un ultimátum. En este asunto es importante reconocer las realidades. Se necesitan 24 votos para suspender a Ortega de la OEA. Cada país, cada gobierno tiene sus propios intereses y prioridades. Por ejemplo, Guatemala, el presidente consolidó una red de corrupción. No tiene ninguna afinidad con la democracia. Es natural que se sienta más identificado con un régimen dictatorial y corrupto que con la democracia. Y varias islas del Caribe dependen del petróleo venezolano.
Si lo vemos desde la perspectiva de Ortega, cierra el mes, con cuatro sancionados y amenazas de que la fiesta siga; con los principales rehenes en la calle; y con plazos límites en la OEA.
Como telón de fondo se exhibe la represión generalizada con nuevos encarcelados, lesionados y muertes, pero no ha podido doblegar el espíritu de lucha del pueblo. A la par, el deterioro económico sigue provocando estragos en las familias, pero también las bases del régimen siguen desplomándose.
¿Qué buscará Ortega en Julio? Intentará lo de siempre. Ante todo, su objetivo inmediato es contener el desplome de la clientela que todavía lo respalda. Intentará moralizarlos. Sabe que no llega al 20% y por eso se empeñará en mostrar la realidad contraria, que todavía dispone de un respaldo masivo. Para ello montará su repliegue y desatará una campaña para mostrar que sus masas están intactas y victoriosas. Empalmará con el 19 de julio. Le acompañarán sus secuaces de siempre: Cuba, Bolivia y Venezuela, algún exguerrillero salvadoreño trasnochado y alicaído. Repetirán los mismos discursos anti imperialistas. Ortega volverá con sus historietas sobre Caín, Abel y la quijada del burro. Repasará la conquista de América. Hablará de Diriangén. Seguirá con la época colonial y se explayará después con William Walker y la batalla de San Jacinto. Saltará a Zeledón, Sandino y Carlos Fonseca. Ensalzará la heroica resistencia en los ochenta contra la agresión imperialista. Repetirá el reclamo por la demanda de la Haya. Y el mayor vendepatria de la historia de Nicaragua se llenará la boca hablando pestes de terroristas, golpistas y vendepatrias.
Sin embargo, debemos estar atentos porque Ortega nuevamente siente que el agua le está llegando al cuello, así que puede venir con otra de sus maniobras para confundir, distraer y seguir ganando tiempo.
Mientras tanto, no podemos cruzarnos de brazos. Volvemos a repetirlo, para cualquier escenario, con vaso medio lleno o medio vacío, y ante cualquier maniobra de Ortega, es imprescindible que avancemos a marchas forzadas en la construcción una organización política, clara y declaradamente política, una alternativa de poder resuelta a derrotar al orteguismo y establecer las bases de la Nicaragua azul y blanco que la inmensa mayoría de nuestro pueblo anhela. Aunque parezca repetitivo.
No vaya a ser y los hechos se precipiten y nos agarren con los pantalones en la mano.
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